jueves, 30 de abril de 2009

catarsis


Bien, estuve tocando la guitarra; es decir, llegando a un momento de calma, a través de un poco de euforia. Mi apá me dijo: silencio!, no grites. ¿Por qué no puedo gritar?, pregunto. ¡acá no!, responde él. Acá no se grita, acá no se grita acá no se grita pero si usted quiere puede echarse en el pasto y dormir la siesta al sol con un gato siamés a su lado.

domingo, 26 de abril de 2009

Boedo Club



Salimos de la casa con paso decidido. Èl tenìa una camisa blanca descolorida, vieja, con la tela casi raída, y unos pantalones a finas rayas grises. En los pies, zapatones de punta cuadrada, que se había encontrado en la calle una vez, pero muy lustrosos, la mar de negros. Hacían chap chap al desplazarse sus piernas largas por la cuadra. Yo, con una falda larga, azul marino, de terciopelo, con un tajo al costado; una blusa blanca de cuello mao y un saco cuadrillé. En el pelo un rodete; en el rodete una rosa. Lo tomé del brazo y así pasamos con la frente en alto el umbral de Boedo Club. Sorteamos a las parejas que bailaban enlazadas en la pista; luces rojas tenues formaban siluetas deformes en el piso y las paredes. Elegimos una mesa en un rincón. --Aunque sea veremos a los viejos que bailan --dijo él mientras corría mi silla. --¿Qué toman? --dijo un mozo de aspecto cansado que seguramente no tenía ganas de servirnos nada. Ya debían ser las dos, tres de la madrugada. --Una piña colada --dijo él. --Un martini --dije yo.

Mientras esperábamos las bebidas, comentamos las destrezas de los bailarines. --Mirá ese viejo, la cara que pone... --Y esa mina de violeta, es la mejor. --La de peluca rubia la tiene muy clara. --¿Qué tan difícil puede ser? Llegaron los tragos, el hielo casi derretido, el martini sin azúcar ni limón. --Qué malintencionado el barman --convinimos. Sorbimos apenas y luego nos pusimos de pie. --Ha llegado el momento.

En el centro de la pista él me enlaza y yo apoyo mi nariz en su pecho. Su mano me sujeta, firme y suave, la cintura. Tarán tan tan. --Estás tensa --él me dice. Comenzamos a bailar, un paso a la derecha, otro atrás, quiebro la cadera, él hace un ocho. A veces levanto la mirada para ver cómo sus ojos verdosos ríen y luego bajo mi velo como si fuera Isis. Levantando los pies en su punta y la nariz apenas se consigue un desliz más certero y sutil. Nos veo al pasar reflejados en un gran espejo. Somos hermosos. Su pecho coincide con mi frente; envuelta en su brazo firme mi cintura parece diminuta. Durante los tres minutos que dura el trance estoy convencida de que así debe ser la vida por siempre.

La música llega a un clímax, el bandoneón se abandona al acorde final. Nosotros vasculamos y volvemos a la posición primaria justo en el momento en que termina la canción. Ha caído una cortina de tensiones. Nos miramos sonriendo; se ha roto un hechizo, ya volvemos a la mesa. A sorber los tragos y esperar la próxima vuelta.

martes, 21 de abril de 2009

limosna


en mi biblioteca, pasa algo extraño.
se levantan a un turno y muestran algo asi como una mano desprendida del resto del cuerpo, masticada, rota.
hola ignatius reilly
hola claudine
hola holden caufield
y la más temible de todas:
hola sra edipa maas

--a usted si que no la he visto seguido por aqui

--tome, buena mujer.

--pero no le estoy pidiendo limosna. soy yo, soy yo! yo la estoy soñando. es mi cabeza!

--...

--le digo que no es limosna lo que quiero! entiende? no es limosna!

--déjeme en paz. circule


maldita adolescencia.
todos ellos, cristalizados en la inmortale adolescencia.
horrible horrible señora bobe, no se asuste
créalo!
el estilo policial late en todos ellos
los adolescentes

congrio


congrio de la caleta quisiera comer en la misma mesa que vos; ver el jugo del congrio exceder tu boca. yo quiero besar la mezcla de ese jugo con tu saliva.


soy dragón. no tengas miedo de mi.
no
temo
mi
dragon

caleta ratmuncho
llena de dragones
y acaros en los alfeizares
de las hembras hermosas,
donde queremos posarnos
vos y yo.
donde queremos amarnos
pues yo amo todo
lo que vos amas,
asi yo amo el congrio y tu saliva,
la caleta, el alzaran, el gorro frigio blanco
con el que dormia una señora de blanco,
un poco puta, en tu sueño de anoche.


voy a amar todo eso ya lo siento desde mi el primer dia
aun las cosas queno quiero amar
y tu lo sabes maldito

conjuro

te ato serpiente estoy libre de vos, te ato con esta magia.no sabria explicar por que no quiero pensar mas en vos,viento. una, dos, veces el viento. entremedio. te ato,serpiente. yo no soy vos. ya no soy vos. tu ego no me imprime nada mas que desprecio. supeditáte. controláte. yo se que te digo algo malo con esto. no me importa. te ato, serpiente. quisiera amarte, mas no puedo. jamás te dejare entrar en mi corazon, la fuerza del odio me alienta. te ato,serpiente, con este hechizo e impido que alguna vez llegues a mi. con este hechizo te mantengo en tu lugar por siempre, que nunca lo descubras, que jamas encuentres el valor del silencio. que tus tentaculos se corten antes de llegar a mi y que tu fuego se apague antes que puedas rozarme.

el azul mata al blanco. el amarillo mata al rojo.


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